<h1> Camden Market: babilónica, lisérgica y comercial (2da parte) </h1>

lunes, 18 de marzo de 2013

Salimos desde el CAMDEN MARKET (ver entrada anterior) hacia CAMDEN HIGH STREET y lo que más nos llama la atención en esta calle son las peculiares fachadas de sus edificios: adornados todas con colores chillones, ya pueden tener en sus paredes un avión, un zapato de tacón alto o una pierna enfundada en apretado cuero negro. Todo lo cual parece que fuera una competencia tácita en la que se trata de mostrar el máximo de ingenio decorativo.

CAMDEN HIGH STREET. Londres-Inglaterra.

Y la fauna humana también merece atención. Están los que van por allí a ver qué es esa vaina del mercado de Camdem del que habló una emocionadísima y pijísima tía Cuchita y que le impactó tanto cuando se vino a Londres a comprar calzones. Esos (yo incluido) vamos allí de curiosos pues normalitos, planos y sencillos como somos no creo que podamos encontrar atavío alguno que alimente nuestro poco colorido ropero. Y aparte de esos (nosotros) están todos los demás: los más llamativos son los delicados adolescentes que van a conseguir aquello que los haga distintos, es decir ropa que mande un mensaje que diga quiénes son y qué sienten. ¡Ay! ¿Quién no ha tenido 16 años, se ha pintado las uñas de negro y se ha puesto polos negros con la cara de ese travesti de circo marketero apellidado Manson?... ¿Que no lo hiciste nunca siendo adolescente? Bueno alguna otra rareza habrás tenido; nadie pasa impune por los 15, 16, 17 o 18, edades en los que de todo se adolece.

CAMDEN HIGH STREET. Londres-Inglaterra.

Pasan también los que ya no tienen espacio en la cara para otro piercing (¿cómo se lavarán el careto cada mañana?); los gafitas con pinta de “pregúntame lo que quieras que lo sé todo”; los que parecen tener conexiones con el “universo cósmico” (como le escuché decir a Susy Díaz, los peruanos me entenderán) escuchando musiquita relajante en casa (como lo hago yo ahora que escribo esto); los punkies de pelos en punta y collares en el cuello que se parecen a los que le pone mi vecino a su perro cuando lo saca a hacer pupu; vampiros hechos para caminar a plena luz del día y un largo, larguísimo etcétera.

En resumen, una mescolanza de tipos de gente que nunca te dejarán de sorprender pues sé que irás a Camden, te lo aseguro; y sé que no dejarás de comprar. Mea culpa: compré una gorra militar de lo más bonita con el que presumo a veces de moderno. El sitio ya es tan tópico como el Big Ben o Buckhingham Palace por lo que si puedes no vayas un domingo. Los fines de semana fácil llegan por allí dos estadios de fútbol llenos. Haz la prueba.

CAMDEN HIGH STREET. Londres-Inglaterra.

Hay quien considera a Camden un sitio bastante alternativo y rebelde. Yo de una onda alternativa llena de rebeldía no vi nada. O quizás sí vi gente rebelde solo que estaban un poco ocupados haciendo dinero. Tal vez sí lo fue en su momento, con los primeros hippies que se vinieron a vender sus cositas por aquí en la época en que THE DOORS hizo en esta zona su único concierto en Inglaterra. O incluso antes, cuando en la puerta de la parada del metro los estudiantes que pertenecían al partido Socialist Workers vendían sus opúsculos revolucionarios.

CAMDEN HIGH STREET. Londres-Inglaterra.

Si sigues bajando por Camden High Street llegarás hasta la esquina con PARKWAY en donde verás unas escaleras que descienden hacia un baño de mujeres. Algo que no es nada anormal pero que sí lo fue en su momento cuando el rebelde y burlón George B. Shaw luchó para que se construyera allí el primer baño para damas de Londres. Algo que entonces se consideró una herejía. Al final el escritor ganó la lucha.

CAMDEN HIGH STREET. Londres-Inglaterra.

Seguiremos bajando por PARKWAY para continuar nuestra caminata hasta uno de los parques más conocidos de Londres sobre el que escribiremos en la siguiente entrada. Ta luego.

Pablo