Londres ha sido siempre una ciudad ideal para el exilio.
Han llegado a esta ciudad desde artistas y religiosos perseguidos hasta
políticos y revolucionarios que intentaban contactar allí con otras corrientes
de pensamiento. Esta vez les propongo seguir los pasos de algunos de esos
rebeldes e indignados del ayer que con sus actos pusieron el mundo patas arriba
y refundaron conceptos, reinventaron las artes, movieron la máquina de la
humanidad con sus ideas. Sea pues este un intento por cartografiar una ruta
llena de sedición y seducción en el que nos encontraremos con el recuerdo de
aquellos insurrectos del ayer.
HOMBRES
DE ACCION
El punto de partida es la calle GRAFTON WAY (cerca de la estación de metro WARREN STREET). En el número 58 de esa calle encontrarás la casa
donde vivió Francisco de Miranda,
patriota venezolano y líder de la independencia americana que vivió en Londres
desde 1802 hasta 1810. La biografía de este hombre daría para varias novelas de
aventuras pues se movió por muchas partes del mundo participando en los eventos
más importantes de su tiempo. Un dato interesante es que en esta misma casa se
reunió en 1810 con Simón Bolívar
quien le convenció para volver a Venezuela. En ese edificio hay una placa azul
en honor a Miranda y debajo una más en honor a otro venezolano ilustre: ANDRES BELLO, quien vivió aquí mismo en
1810.
Si sigues caminando por GRAFTON WAY, en dirección a FITZROY SQUARE GARDEN, verás en el 39-45, frente al INDIAN YMCA (puedes encontrar allí
buenos y baratos almuerzos), una estatua de Miranda.
JARDIN
PARA INTELECTUALES
Pocos parques en Londres deben haber sido habitados por
tantos y tan célebres artistas como lo fue el tranquilo y aristocrático FITZROY SQUARE GARDEN, ubicado en el
corazón del artístico barrio de BLOOMSBURY.
Parte de esta zona verde está hecho para peatones y en verano no es raro ver
aquí a gente haciendo picnic; hasta los oficinistas de la cercana TOTTEHAM
COURT ROAD se dejan caer con el bocadillo bajo el brazo. El jardín central,
que está protegido por barandillas, es mantenido por un comité vecinal lo cual
lo hace el único, o uno de los pocos, espacios comunales en la ciudad.
Las placas azules que se
han puesto en varios de los edificios que circundan FITZROY SQUARE GARDEN nos permiten ver que fue éste el lugar
predilecto de aristócratas y sofisticados bohemios como los del GRUPO DE BLOOMSBURY. Entre ellos
resalta la prominente figura de VIRGINIAWOOLF, icono de la literatura inglesa. Ella vivió en el número 29 de este
parque. En el 33 se encontraba el OMEGA
WORKSHOP del artista Roger Fry,
allegado de los BLOOMSBURY y que desde su taller le dio a las artes y
artesanías italianas un sabor inglés creando de este modo muebles muy avant-gard. Es seguro que los demás
integrantes del grupo tenían a este rincón de Londres como el corazón de su
movida y se reunían aquí para hablar de todo alo que les interesaba. Quizás
carecen del aura de malditismo romántico que tuvieron otros grupos pero fueron
un venero de pensamientos y obras que han trascendido, y muchas de sus ideas y
comportamientos sexuales pusieron a la alta sociedad inglesa patas arriba. Eran
unos rebeldes a su manera.
Otro agitador incorregible
que vivió aquí fue GEORGE BERNARD SHAW
quien habitó años antes en la misma casa de la Woolf. Socialista, vegetariano,
contestatario, mordaz, crítico… qué no se puede decir del viejo Shaw. Rebeldes
como él deben haber habido muy pocos. Conté en la entrada que escribí sobre el mercado de CAMDEN TOWN que él luchó para que se abriera el primer baño público
de damas, lo cual logró, para escándalo de la sociedad inglesa de entonces. En
dicha entrada explico dónde está exactamente ese baño.
Otra de sus iniciativas
fue prestarle dinero a Fry para que en el taller Omega los artistas noveles
recibieran un salario por producir mobiliario que luego eran vendidos. Un
adelantado a su época este hombre. Una de sus frases que más me gustan es: “La
humanidad se cansa pronto de todo, sobre todo de lo que más disfruta”. Parece
que él se cansó rápido de algunas cosas que ganó con todo derecho, por ejemplo
del Oscar que ganó por PIGMALION,
dicen que usaba la estatuilla a modo de cerrojo para asegurar la puerta de su
casa.
BEBER
HASTA MORIR
FITZROVIA
STREET nace en el parque y por allí hay que bajar. En el
camino no será raro para el paseante ver, como si fuera una especie de cohete o
un futurista monumento al falo, los 189 metros del BT TOWER a cuyos pies se encuentra CLEVELAND MEWS lugar donde se ubicaba el edificio en el que alguna
vez enseñó francés el favorito de nuestros rebeldes: ARTHUR RIMBAUD. De él hablaremos más adelante pero por ahora
diremos que llegó a Londres en 1872 junto con su amante, el también poeta PAUL VERLAINE. Ambos vivieron
exaltados, enfebrecidos, amándose “como tigres” -Verlaine dixit-, “buscándose mutuamente la flor del ojo moreno” (como ha
escrito Pierre Michon) en la
habitación de una casa que les consiguió el poeta VERMERSCH. Dicha casa se encontraba en HOWLAND STREET 34, muy cerca de donde ahora caminamos, y fue
destruida en 1938 para darle paso a las obras de telefonía.
En la gran Londres
pasearon su amor sin futuro ambos poetas. Presos de los desvaríos que el ajenjo
y otros alcoholes menos saludables prodigan a sus entusiastas. Se les veía “[…]
al fondo de esos pubs… cantarela contra cantarela, con la cara encendida y la
nota atascada… en la ciudad de Londres, negra y destripadora…” (Michon).
Nuestro siguiente
personaje también vivió una vida intensa y líquida. En la esquina de las calles
CHARLOTTE -en cuyo número 76 vivió
el pintor JOHN CONSTABLE- y WINDMILL se ubica el FITZROY TAVERN, rincón donde se juntaba
parte de la bohemia londinense de la primera mitad del siglo pasado. Este bar
era el favorito de DYLAN THOMAS,
ídolo de BOB DYLAN, de allí el
nombre. Thomas dejó atrás su Gales
natal, abjuró de su clase social y se dedicó a escribir y a beber, a vivir y a
beber, a dar conferencias y a beber, a hacer escándalos y a beber, y mientras
tanto del corazón le salían enigmáticos, bellos y emocionantes poemas (“Rabia,
rabia, contra la agonía de la luz.”) hasta que a esta especie de “estrella del
rock and roll de la literatura”, como leí por allí alguna vez, le encontró la
parca después de… sí, claro, haber bebido hasta morir. Se dice que sus últimas
palabras fueron: "He bebido 18 vasos de Whisky, creo que es todo un
record".
Las paredes del local están
llenas de fotos de los escritores y artistas que en el periodo de entreguerras
venían por aquí a empinar el codo hasta salir en hombros, como buenos
campeones: aparte de Thomas, GeorgeOrwell (otro rebelde de antología), Augustus
John, etcétera. En el sótano se encuentra el “Writers and Artists Bar”, una especie de bunker con paredes de
madera y mesas pequeñísimas en donde debe ser un vacilón tomarse una cervecitas
mientras se oye a la gente hablar de libros y libros.
LA
HERMANDAD
La WINMILL ST.
se convierte en STORE ST. Casi en la
esquina que esta última con la calle GOWER
se encuentra (exactamente en Gower St. 10) la casa de LADY OTTOLINE MORRELL, una aristócrata que financió muchas de las
actividades del grupo de BLOOMSBURY y en cuya casa se solía reunir la cream de la cream cultural de
Londres. Virgina Woolf la tenía en buena estima y la nombró en uno de sus
ensayos: “Cuando se escriba la historia de Bloomsbury [...] deberá haber un
capítulo, aunque sólo sea en el apéndice, dedicado a Ottoline". Otros como
el escritor D.H. LAWRENCE parece que
la querían menos pues la satirizó en su novela MUJERES ENAMORADAS. Aprovecho en decir que este narrador, que armó
la grande con las escandalosas y sexualmente explícitas escenas de sus novelas como las que hay en LOS AMANTES DE LADY CHATTERLEY, paseó mucho por esta calle en donde se solía
encontrar con sus amantes. Ahí tienen otro rebelde.
Frente a la casa de Lady
Ottoline se ubica, exactamente en el número 7, el lugar donde fue fundada, en
1848, la HERMANDAD PRERAFAELITA.
Este era un grupo de artistas que se negaron a pintar del modo en que lo hacían los académicos
ingleses en esas épocas. Ellos prefirieron volver al brío luminoso de los
primitivos italianos anteriores a Rafael; de allí el nombre.
GOWER ST se convierte en BLOOMSBURY ST calle que da acceso al MUSEO BRITANICO, uno de los puntos más
importantes en este recorrido en el que vamos siguiendo los pasos de aquellos
rebeldes, iluminados, ácratas y demás joyitas a cuyas ideas siempre es bueno
volver. Pero continuaremos esta ruta en la siguiente entrada. Espero poder
verles por aquí de nuevo. ¡Saludos!
Pablo
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