El Ensanche de Barcelona: Dentro de la cabeza de un genio - II

sábado, 18 de junio de 2011


Seguimos en nuestra incursión por el hechizante ENSANCHE barcelonés dejando el PASEO DE GRACIA para doblar a la derecha, hacia la avenida DIAGONAL y encontrarnos casi de inmediato la neogótica y profusamente decorada fachada del PALAU BARÓ DE QUADRAS diseñado por el arquitecto Puig i Cadafalch a inicios del siglo XIX.  Reanudamos la marcha y ya divisamos en la distancia las seis puntas de un edificio que parece haber sido traído enteramente desde algún rincón del norte de Europa. Nos referimos a la CASA TERRADES O CASA DE LES PUNXES (del catalán pinchos o puntas) el cual también fu diseñada por Puig para unificar tres casas de propiedad de las hermanas Terrades.

Otro de los muchos hermosos edificios en Diagonal


Desde aquí hay que continuar por Diagonal hasta la esquina con el ancho Paseo de San Joan y allí tomar el Carrer de Mallorca por donde debemos caminar hasta tener frente a nosotros una de las iglesias menos convencionales y más sorprendentes del mundo y al mismo tiempo emblema de Barcelona. Si creíamos que ya habíamos visto todo el fascinante universo que tenía como eje la inspiración de Antoní Gaudí nos quedamos cortos pues el TEMPLE EXPIATORI DE LA SAGRADA FAMILIA es sin lugar a dudas la más grande y sublime obra de este ilustre artista. Me pregunto qué habría pasado si Gaudí hubiera vivido más tiempo, ¿se habría superado así mismo y nos habría legado una obra tan o más grandiosa que esta iglesia a la que dedicó a exclusividad los últimos 15 años de su vida, de ser eso posible? ¿Qué otros diseños o mundos se guarecían en las sombras de aquella poderosa mente y ya no pudieron ver la luz?
La primera vez que vi una imagen de esta iglesia fue en una de las postales que los parientes nos enviaban a Perú. Recuerdo que mi primera impresión fue de espanto: pensé que ese edificio se estaba moviendo o se estaba viniendo abajo; que tenía vida propia, que era un gigante hecho de lodo y barro que se estaba derritiendo conforme avanzaba hacia la nada.  Ahora estaba frente a esta iglesia y tuve la misma sensación: El hombre que la había diseñado no solo era un arquitecto genial sino y sobre todo era una especie de mago que concedía vida y movimiento a todo lo que creara. Dicen que los románticos reclamaban algo así como que la arquitectura fuera una especie de “poema” que despertara las mismas sensaciones que propiciaban las palabras: la Sagrada Familia cumple con creces esa exigencia… o bien es una epopeya, un poema épico o una especie de “pétrea novela total” que abarca todo un universo.




Entrando como hemos recomendado por el Carrer Mallorca, lo primero que uno ve es la austera FACHADA DE LA PASION ideada por Gaudí en un acceso de fiebres y con la que quería sobre todo aguijonear el alma del que la observarse y despertar en él o ella miedo y terror al ver representada la crueldad del martirio de Jesucristo y su posterior muerte en la cruz. Desnudez de la piedra, superficie simple y lisa que más parece un yermo espacio infecundo y cuya rutinaria esterilidad solo es interrumpida por las esquemáticas y angulosas, y no por ello menos bellas aunque sí cuestionadas, esculturas que representan el ciclo de la Pasión de Jesús, obra de Subirachs. Son 12 grupos escultóricos protegidas por 6 contrafuertes cuyas formas parecen huesos inmensos, sin duda una alusión a la muerte. Entre las escenas se ven a un Jesús flagelado y atado a una columna,  un Ecce homo (Jesús con la corona de espinas y atado con cueros), Pilatos lavándose las mano y una representación del beso de Judas detrás del cual se ha puesto un cuadrado mágico 16 cifras; si sumas 4 de ellas en el sentido que quieras (hay 310 combinaciones posibles) siempre te darán como resultado 33, la edad que supuestamente tenía Cristo al ser crucificado. Pero el más impresionante de todos los conjuntos de esculturas es la que representa la historia del “Santo Sudario”: Verónica ha enjugado con una tela la sangre de Cristo y allí queda impresa la faz del hombre que dividiría la historia de occidente en antes y después. Un poco más arriba el colofón del martirio: Jesús pende en una cruz y a sus pies un cráneo representa el sitio de su final: el Gólgota.




A diferencia de la de la Pasión, la Fachada de la Natividad es exuberante en decoración y todos los elementos que la ornamentan, las cuales a veces son algo difíciles de identificar en la pétrea maraña decorativa, hacen alusión a la vida ya que está dedicada enteramente al nacimiento de Jesús. Toda la fachada representa la historia de los primeros años de Jesucristo, desde su nacimiento hasta que es presentado al templo, pasando por la huida a Egipto y la coronación de María.
Esta cara del templo sería la única que Gaudí llegaría a ver casi completa; él prefirió acabar esta y no hacerla todas a la vez para así dejar una idea de cómo debían ser el resto porque el arquitecto catalán sabía que una sola vida no le sería suficiente para ver terminada tamaña obra. La fachada está dividida en 3 pórticos: el de la esperanza, el de la fe y el de la caridad en cada una de las cuales se guarecen una cantidad interminable de símbolos y signos religiosos que para entenderlas o descifrarlas haría falta tener a mano un buen libro de iconografía religiosa. Arriba, muy arriba, confundidas con los monstruos de metal que siguen construyendo esta obra interminable, resaltan contra el celeste del cielo de Barcelona las 4 torres que parecieran más ser inmensos árboles pelados cuyas cortezas los pájaros hubieran  acribillado con sus picos para hacer sus refugios.










Si todavía quedan fuerzas y no ha sido suficiente éxtasis la visita a la Sagrada Familia recomendamos tomar desde allí mismo la “Avinguda de Gaudi”, donde hay cafés y bares a la sombra para descansar y reponer fuerzas y así llegar hasta el último lugar que recomendamos para terminar nuestra visita al ENSANCHE: EL HOPSITAL DE LA SANTA CREU i DE SANT PAU, cuya entrada está justamente alineada hacia el templo de la Sagrada Familia.
Al pasear por los jardines de este lugar nuestra soñadora imaginación nos pone en las antípodas del concepto que se tiene de un hospital: un sitio lúgubre, triste, monocromo. Caminar en Sant Pau es como meterse a andar por un pequeño reino lleno de mini palacios al cual más bello. Todo eso se condice con la idea que tenía el creador de este lugar, el arquitecto Domenech i Montaner para quien el arte, el color, la naturaleza, el aire libre, eran poseedores de virtudes terapéuticas. De ahí que los pabellones y la recepción estén tan profusamente decorados con murales de mosaicos y esculturas y los tejados y torres cubiertos de coloridas cerámicas. Y para no alterar este estado de paz que los enfermos tenían al pasear por los inmensos jardines se hizo bajo los pabellones del hospital una inmensa red de subterráneos por donde caminan personal médico y vehículos. La construcción de este nosocomio duró 30 años y fue subvencionada por el rico banquero Pau Gil, de allí el nombre de Sant Pau (Pablo) e inaugurado por el rey Alfonso XIII.



Que una obra de esta envergadura esté relacionada con un servicio tan primordial para los ciudadanos nos da una idea de la sensibilidad y originalidad de la que eran poseedores los barcelonenses de entonces que pedían mezclar lo bello y lo necesario, lo artístico y lo práctico en muchas de las construcciones que adornan y han hecho única a su ciudad. Por todo ello no es de extrañar que este hospital haya sido declarado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.  


Cuesta salir de este mundo de fantasías y colores que crearon Gaudí y sus colegas y que producen en el viajero una especie de sentimiento opiáceo, que le hacen pedir más, querer más, no dejar la belleza de las formas que ha visto, que ha contemplado con admiración. Pero hay que volver a tierra, a este tiempo nuestro de edificios de comida rápida alumbrados de neón y de construcciones monumentales donde no palpita nada, donde la carestía de imaginación y ambición es norma y requisito.
Pablo
DATOS UTILES
  • El hospital de Sant Pau está en estos momentos en obras de rehabilitación (junio 2011) por lo que en su fachada se ven muchos andamios y escaleras que alteran su belleza. Sin embargo aún se llevan a cabo las visitas por el interior del recinto en cuatro idiomas, el guiado en español es a las 11 y 30 am, de lunes a domingo, según la página web del recinto. En todo caso, si no quieres esperar te recomiendo que hagas como nosotros y vayas por detrás del hospital, en el MAS CASANOVAS, que por allí encontramos sin querer una entrada, entre jardines, hacia el hospital. No hay ninguna restricción.  
  • Si bien todo el paseo fue solo para ver lo más conocido de la ciudad por fuera, debido al poco tiempo que teníamos y al corto presupuesto, por lo visto y leído todas las casas se merecen una visita. El problema es que para los viajeros que vamos con poco dinero gastar 20 euros en entrar a un edificio puede significar un gasto mayúsculo, sobre todo si estás en el paro pues no todos los que visitamos Barcelona vamos con la misma capacidad de gasto con la que van allí los escandinavos. Ojala y pudiera haber entradas para gente sin trabajo o considerar otras posibilidades porque todos tienen derecho a visitar sitios como estos y tener el mismo acceso a la cultura.

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